09

Sep

El glaucoma es una enfermedad ocular que se caracteriza por la pérdida progresiva de visión como consecuencia de un daño en el nervio óptico. Muchas veces resulta muy difícil de detectar hasta que ya se encuentra en una fase avanzada, por lo que se le denomina "el ladrón silencioso de la vista".

Los mecanismos causantes de esta enfermedad no son claramente conocidos; pero el factor de riesgo más importante es una elevación de la tensión o presión ocular, por lo que los tratamientos encaminados a reducir esta presión son muy eficaces para prevenir la pérdida de visión en sus fases iniciales.

Es importante tener en cuenta que los daños ocasionados por el glaucoma son irreversibles, por eso es muy importante la prevención.

¿Tengo glaucoma?

glaucoma0El gran riesgo de esta enfermedad es que no tiene síntomas asociados. Es la segunda causa de ceguera en los países industrializados luego de la retinopatía diabética.

En la forma crónica, el verdadero problema radica en un DIAGNÓSTICO OPORTUNO por ser asintomática. Su detección se realiza mediante un examen indoloro llamado tonometría (medición de la presión intraocular), valoración del aspecto del nervio óptico y en determinados pacientes, de un estudio denominado campo visual según criterio del oftalmólogo. La pérdida progresiva de los campos visuales, de manera asintomática, causa en las fases finales de la enfermedad una visión "tubular"

Tratamiento

Los modernos fármacos en forma de gotas son utilizados como tratamiento de primera elección para el control del glaucoma. Estos medicamentos disminuyen la presión del ojo reduciendo la producción de humor acuoso dentro del ojo o mejorando el flujo de fluido por el ángulo de drenaje.

Se debe tener cuidado con la prescripción de estos medicamentos, pues no están exentos de efectos colaterales, sobre todo en casos de personas asmáticas, cardiópatas, ancianos, niños pequeños o inflamación intraocular. En cada uno de estos casos informe a su oftalmólogo de su condición.

Cuando el tratamiento farmacológico no es efectivo, se debe realizar una cirugía filtrante que permita la salida del acuoso, con la finalidad de disminuir la presión intraocular:

  • Cirugía tradicional (trabeculectomía quirúrgica): el oftalmólogo utiliza instrumentos de microcirugía para crear un nuevo canal de drenaje por el cual el acuoso pueda salir del ojo y así disminuir la presión.
  • Implante de válvula: el cirujano inserta un tubo de un material especial que sirve como un sistema de drenaje al exterior del ojo, controlado por un moderno dispositivo denominado válvula que se coloca por debajo de la conjuntiva.

 

 

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